Laberinto de Fortuna - Juan de Mena


La obra comienza con una dedicatoria de Juan II. A continuación hay una invocación a la musa Calíope y a Apolo, y aun apóstrofe a la Fortuna (“que por qué le place regir todas las cosas”).
Belona rapta en su “Carro de dragos” al protagonista y le suelta en mitad de un desierto. Entonces baja una nube que ciega al poeta donde hay una referencia a Polifemo y Ulises. Recupera entonces la visión; desaparece la nube y aparece una hermosa doncella cubierta de flores que se presenta como la Providencia.
El “yo” lírico pide a la Providencia que sea su guía en el palacio. Entran por la puerta y llegan a lo alto del palacio donde ve todo el mundo; menciona varias regiones como Asia, el río Tigris, Mesopotamia, etc.
La Providencia le enseña 3 monedas. Dos de ellas inertes y la del medio en constante movimiento. Son las ruedas del presente, pasado y futuro, siendo esa primera la que no cesa en su movimiento.
Dice no poder destapar el velo del futuro para su contemplación por su condición de humano. Ve entonces siete círculos, presididos por un planeta relacionado con su dios.

1er círculo: La Luna (Diana)
Nota: “La luna que influye en este primer círculo dispone a los hombres dados al campo y al ejército de la casa y armadores de la castidad y limpieza corporal”
Personajes: Ipermestra, Lucrecia, Penélope, Argía y Hércules (que tiene ocupado medio círculo por su grandeza).
Ve a continuación a los tres Parcas:
o  Cloto, que hilaba el destino de los hombres.
o  Láquesis, tejía el destino de los hombres.
o  Átropos, el que cortaba el destino de los hombres.
Moraleja: Vivir castamente y no entregarse a los vicios.

2º círculo: Mercurio (Mercurio)
Círculo de los “modernos”
Nota: “Los hombres prudentes y dadores de buenos y útiles consejos, y a los embajadores que procuran paz en las guerras y a los dados a las honestas mercadurías y los que hicieron a sus tierras libres. Y debajo de estos pone los malos que tuvieron los vicios  contrarios a estas virtudes”.
Personajes:
o  Buenos: Nestor, Latino y  Capis.
o  Malos: Pándaro, Polínestor, Psífile y Julián.
Hace una crítica de los hombres de su época sumidos en el vicio. Símbolo de esta avaricia son los clérigos que ponen en venta las cosas sagradas y se aprovechan del sudor de los pobres. Así, si volviese a ocurrir un terremoto como el de Cesarae perecerían los eclesiásticos y no los habitantes de la villa.
Moraleja: la avaricia es un vicio que confunde todos los bienes.

3er círculo: Venus (Venus)
Nota: “hombres dados al vicio de la carne. Primero pone a los casados (a los que pone más alto” y debajo de ellos pone a los adúlteros”.
Personajes: Climenestra, Tereo, Macareo y Canace, Pasífae, Escila y Macías.
Moraleja: el mejor amor es el amor católico (limpio y virtuoso)

4º círculo: Sol (Febo)
Nota: “los personajes que se dieron a las ciencias; hombres ingeniosos e inclinados al saber”.
Personajes: San Jerónimo, San Gregorio, San Agustín, Crato, Poleo, Empédocles, Zenón, Aristóteles, Platón, Sócrates, Pitágoras, Demóstenes, Gabiano Quintiliano, Orfeo, las Sibilas, Virgilio y Enrique de Villena.
A continuación se le aparecen aquellos que escudriñan  las malas artes (magos, los que por suertes agüeran el porvenir)
Personajes (malos): mago Tereo, Ericcto, Medea, Licinia y Publicia.
Moraleja: la ciencia es sabida en maldad y en lo bueno, pero siempre mira las mejores vías y destroza los vicios.

5º círculo: Marte (Marte)
Nota: “varones que hicieron hechos señalados en las armas; encima los que siguieron guerras justas y debajo los que las siguieron injustas”.
Personajes: familia Metelos, Petreo, Craso, Juan II…
Habla sobre algunas guerras acaecidas en España como las Navas de Tolosa, Algeciras, Guerras de Juan II con los infantes de Aragón, campaña del rey don Juan en la tierra de Granada o la Reconquista.
Narra como en el sitio de Medina del Campo, los cercadores una vez derribados los muros, entraron en la ciudad y cuando vieron a don Juan II en la plaza, se humillaron ante él besándole las manos.
Vemos en uno de los pasajes una influencia del canto V de la Farselie, ya que Mena habla de las partidas que los marineros tienen por malos agüeros.
Se aprecia en este quinto círculo un fuerte deseo de unificar fuerzas contra los moros.
Habla de la muerte de Rodrigo de Perea, quien teniendo cercada una fortaleza de moros, vinieron moros de Granada y le cercaron a él, por lo que toda su gente murió y él fue hecho prisionero y muerto después.
También habla de la muerte de Juan de Merlo, guarda mayor del rey Juan II. Y añade que los hados curieles siempre roban los más virtuosos y perdonan a la peor gente.
Lorenzo Dávalos, camarero del infante don Enrique, que murió en batalla contra los partidarios de don Álvaro de Luna. Destaca aquí el lamento de su madre.

6ª orden: Júpiter (Júpiter)
Nota: “reyes y caballeros que vieron buenas venturas y victorias contra sus enemigos”.
Ve primero a aquellos que “reinan en paz gloriosa” y bajo estos a los tiranos.
Personajes:
o  Buenos: Emperador Augusto, Codro, Decio, Bruto, Fabricio y Juan II
o  Malos: Los tres dionisios siracusanos y Yomus

7º Círculo: Saturno (Saturno)
Presenta al condestable Álvaro de Luna como modelo de buen gobernante.

Episodio de la hechizera de Valladolid
Mena recrea la anécdota sobre la maga de Valladolid.
Nuñez cuenta que “en las guerras entre el condestable y los infantes, algunos codiciando saber quién ganaría consultaron a una nigromantesa, la cual resucitó a un muerto que lo dijo como el condestable abía de ser vencido”. Y oyendo esto algunos que seguían el bando del condestable le desampararon; pero dice el poeta en favor de este que los que esto hicieron  no supieron entender la respuesta de la maga, porque todo lo que ella dijo sería luego verdad ya que, por orden del infante Don Enrique, fue deshecha la estatua de su sepulcro. Y, por otro lado, los que seguían a los infantes consultaron al fraile de la Mejorada, que era un nigromante.
Escribe aquí Mena los hechizos de resurrección de la maga, es decir, los ingredientes (por ejemplo: pulmón de lince).
Invoca a Plutón y Proserpina y a Cerbero también.
Tiemblan los miembros del frío cuerpo del muerto, y empieza a hablar diciendo que los demonios están airados contra los grandes de España.
Determina el hado del condestable: “será retraído del sublime trono y aun al final del todo desfecho”

Profecías sobre Juan II
Sale el Sol anunciando un nuevo día y el “yo” lírico duda si lo relatado fue sueño o realidad.
Pide una profecía sobre su rey.
La providencia ensalza a Juan II y profetiza que aun cuando se olviden las hazañas de los reyes que le precedieron, se le recordaría a él.
Se desvanece la Providencia.
El poeta suplica que el vaticinio se cumpla.

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