Carta del descubrimiento - Colón

Colón escribe la carta a Luis de Santángel el 15 de febrero de 1493.
Dice que pasó 33 días en las Indias  y como encontró muchísimas islas pobladas de un sin número de indígenas. Dice haber tomado posesión de todas ellas en nombre de los reyes.
A la primera isla que encontró la llamó San Salvador (que los indios llamaban Guanahaní) “en conmemoración de su Alta Majestad”
A la segunda llamó Santa María de Concepción, a la tercera Fernandina, a la cuarta la Isabela, a la quinta Juana. Encuentra entonces la provincia de Catayo y sigue andando ya que solo encontraba pequeñas aldeas de gente que salía huyendo. Piensa que no hay grandes ciudades.
Envía a dos hombres a ver si “había Rey o grandes ciudades.” Andan tres jornadas pero solo encontraron poblaciones pequeñas.
Decide coger otra vez el barco y va hasta la Española. Dice que las tierras eran muy fértiles, que había muchos puertos “sin comparación de otros que sepa de cristianos” y buenos y grandes ríos. Las tierras son altas, hay muchas sierras y montañas altísimas, “sin comparación de la isla de Tenerife” y muchos árboles que según le han dicho nunca pierden la hoja y siempre están verdes y con fruto. Por donde van cantan los pajaritos.
Sigue describiendo la flora, exagerando lo buena que es. Dice que la Española es maravilla para sembrar y criar ganado así como la edificar. Estos, son diferentes de los que encontró en la Juana.
Los indígenas andan desnudos, aunque algunas mujeres se cobijan “un solo lugar con una hoja de hierba o de algodón.” Estos indígenas no tienen armas de hierro, sino solo de caña. Son temerosos y salen huyendo de Colón. Aunque cuando pierden ese miedo son “tan liberales de lo que tienen” y muestran amor.
Colón defiende que no les den a los indios “cosas tan viles como pedazos de escudillas rotas y pedazos de vidrio roto” aunque a estos les parecía “haber la mejor joya del mundo” y les daban cosas que valían mucho más a cambio.
Añade que “allende de esto se harán cristianos porque se inclinan al amor y servicio de Sus Altezas” y porque son generosos. “Y no conocían ninguna secta ni idolatría” y que el bien es en el cielo.
Los indios creían que Colón y sus compañeros eran gente que venía del cielo. Y esto no era porque eran ignorantes, sino porque nunca habían visto a gente vestida así ni semejantes navíos.
En la primera isla que encontró tomó por fuerza algunos indios para que aprendiesen y le informase del territorio. Se comunicaban a través de señas.
Cuando llegaban a un nuevo territorio, estos indios corrían de casa en casa anunciando que había llegado la gente del cielo.
Los indios tenían canoas.
Vuelve a señalar lo dispuestos que son estos indios a la conversión al cristianismo.
La isla Juana es mayor que Inglaterra y Escocia juntas, “porque allende de estas […] me quedan de la parte del Poniente dos provincias que yo no he andado, la una de las cuales llaman Auan, adonde nace la gente con cola.”
Indica que de todas a tomado posesión en nombre de Sus Altezas y por lo tanto puede disponer de ellas como estos quieran, incluyendo las minas de oro y las tierras.
Dice que los reyes tenían hasta 2 mujeres y que las mujeres trabajan más que los hombres.
No ha encontrado hombres monstruosos como muchos pensaban.  
Dice que hay sitios muy fríos pero que los indígenas lo aguantan bien por las cosas que comen con especias.
No ha encontrado monstruos salvo en el Caribe donde ha escuchado que son caníbales y con las canoas roban todo cuanto quieren. Y tienen los cabellos largos como mujeres y usan arcos y flechas de caña. Son feroces al contrario que los otros que son cobardes.
En Matinino dice solo hay mujeres.
Le han asegurado que hay otra isla aún más grande que la Española, donde hay mucho oro.
Pide a los reyes algo de ayuda y así poder él darles todo el oro, esclavos (sólo los idólatras) y algodón y todo cuanto pueda llevar a España.

Se despide  como el Almirante. 

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