A la expedición española para propagar la vacuna en América bajo la dirección de don Francisco Balmis - Don Manuel José Quintana

Nota previa -> es una “diálogo” con América
América inocente, la tierra más tierna y hermosa. 
Bárbaros y malvados aquellos que la destrozaron.
Con sangre se escribieron los gritos de América.
Dice que los españoles ya no son aquellos que conquistaron América y que la arrancaron de su silencio.
Sin embargo porque ya no sean los mismos no por eso ha de cesar el llanto de América.
América podría olvidar el rigor, la saña y la codicia de los españoles, ya que fue crimen del tiempo, no de España, pero no puede olvidar “la peste fatal que a desolarme de sus funestas naves fue lanzada” y mató a los hijos de América.
Esto ocurrió hasta que en los campos de Albión (Gran Bretaña) Jenner descubrió la vacuna contra la viruela.
Las madres pudieron abrazar a sus hijos sin temor a perderlos.
 Se alaba a Jenner por inventarlo, y un español (Balmis) dice que mientras él goza de la Fortuna de la invención, él viajará a América para llevarla.
“A Balmis respetad. ¡Oh heroico pecho, que en tan bello afanar tu aliento empleas!”
Llega a América y les cura. Digna empresa de Confucio.

“tú ya durmiendo de la tumba fría no los oirás, escúchalos al menos en los acentos de la musa mía.”

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