Comienza diciendo quienes son
sus padres, sus padrinos, donde nació y cuando, para probar que es cristiano
viejo.
Su nombre real era Alonso de
Guillén, pero tomó el apellido de su madre (Contreras).
Murió su padre estando él todavía
en la escuela y siendo él el mayor de muchos hermanos.
Mata a un compañero, hijo de
un Alguacil de Corte, y le destierran un año de la Corte.
Pasa ese año en Ávila, en casa
de un tío suyo. Vuelve y decide ser soldado para servir al rey. Pero la madre
no está de acuerdo y le envía a trabajar a casa del platero, pero cuando este
le manda a por agua él dice que no es aguador, le tira algo y sale corriendo a
casa de su madre. Esta entonces le deja ir a la guerra, y sale “tras las
trompetas del Príncipe Cardenal”.
Da muestra del gusto por el
juego de los militares a lo largo de toda la obra (“¡Tanto es el vicio del
juego en el soldado!”)
Va a Guadalajara, donde el
Cocinero Mayor del Príncipe Cardenal le recibe por criado.
Viaja mucho, por España y
Europa.
Quiere ser soldado pero el
cocinero mayor no le deja por ser demasiado joven, por lo que hace un Memorial
para su Alteza, sobre todo lo ocurrido desde que decidió seguirle, y le dejan
irse.
Estando con el capitán Mejía
en Flandes, su cabo de escuadra, le dice que se vayan a Nápoles (se van del
ejército) y una vez allí pasados unos días se va solo en una nave a Palermo.
En Palermo le recibe por paje
el capitán Felipe de Menargas.
Van a Petrache y entra en
batalla por primera vez, mas terminada la batalla le roban el botín
engañándole.
Se embarca en las galeras de
Malta. Y se acomoda como recibidor del Gran Maestre (Gaspar de Monreal), a cuyo
servicio está un año.
Se va a combatir a Sicilia,
donde está el virrey (Duque de Maqueda).
Se va a la Berbería.
Gana dinero asaltando barcos,
pero se lo gasta en el juego.
Robos en tierra y mar.
No dormía por aprender de los
pilotos la navegación.
Vuelve a Palermo. Una tarde
fue con dos compañeros a una hostelería y pidiendo comida el hostelero dijo que
mentía y le mató.
Toda la gente les ataca. Se
refugian en una iglesia y sabiendo que el virrey les ahocaría, robaron un barco
y vuelven a Nápoles, “temeroso de que el Duque de Maqueda les ahorcase”
El conde de Lemos les manda
vayan con su hijo a Nápoles
Tiene que huir de nuevo. Huye
con un amigo del hábito de San Juan que le esconde en el barco camino de malta.
Va a Levante por orden de
Monreal, donde lucha con los turcos.
En un episodio cuenta como en
una batalla echaron a los muertos al mar y los cristianos quedaban boca arriba
y los moros boca abajo.
Le hacen capitán de 37
personas, con una patente firmada por el Gran Maestre.
“Salí del puerto de Malta con
mi fragata bien armada, camino de Berbería, y a medio camino hay una isla que
llaman la Lampadosa, donde hay una torre encima del puerto que dicen está
encantada”” hay una cueva donde hay una imagen de Nuestra Señora con un niño en
brazos” “Al otro lado de la cueva hay un sepulcro donde dicen está enterrado un
morabito376 turco, que dicen es un santo suyo, y tiene las mesmas limosnas que
nuestra imagen” Suele estar ardiendo de noche y día la lámpara de la Virgen,
sin haber alma en la isla. Y dicen que quien robe en la cueva no podrá salir
del puerto.
Sigue el viaje, cuando ve una galeota de 17 barcos de
musulmanes y viendo la resolución con que los atacaba, la galeota empezó a
huir. Y estos le siguen, lo alcanzan, les ganan y tras recoger el botín, queman
el barco.
(Habla de MUCHAS otras
batallas con moros)
En Estampalia, le quieren
casar con la hija del capitán Jorge, para que de esta manera no parta y se
quede en tierra. Por lo que además le darían toda la hacienda de esta y le
harían capitán de tierra. Mas él rechaza todo porque dice ha de volver a Malta
y como no le dejaban salir de la tierra, sus hombres empezaron a armarse
diciendo que si no le dejaban salir entrarían por la fuerza y saquearían la
tierra. Los de Estampalia, viendo entonces el amor que le tenían sus hombres al
capitán Contreras le dejaron ir despidiéndole con regalos.
Se va a la isla del Formacon
donde entablaron lucha con el jefe genovés.
“De allí a pocos días me
enviaron a corsear509 con dos fragatas, una del Maestre y otra del comendador
Monreal, mi amo antiguo, sin orden de tomar lengua.” Les emboscan los moros.
En el puerto de Cualla va a
vender trigo, mas al despertarse al día siguiente ve que alguien ha robado el
trigo y manda azotar al compadre de Brazo de Mayna, por traidor.
Vuelve a España, a Barcelona
para ser alférez. “Di mi memorial en el Consejo de Guerra pidiendo me aprobasen
y, en consideración de mis pocos servicios, fui aprobado.”
Llegan a Madrid, donde visita
a su madre, la cual se asusta al verle, ya que se había vuelto a casar, y
pensaba que su hijo no lo vería bien. Se despiden y va a una posada. Vuelve a
casa de su madre, les paga la comida y regala cosas a sus hermanos pequeños, y
dinero a su madre.
Se va a Écija, donde se hace
alférez. “Señor, aquí ha venido Acuña y
Amador y otros camaradas y rompieron el alcancía y sacaron veintisiete reales,
diciendo que dijese al alférez que lo habían menester unos amigos”, al darse
cuenta del engaño les apresa, y después son ahorcados.
“Luego supe cómo, en son de
pedir limosna, andaban unos soldados que no lo eran, por los cortijos, robando
en campaña” en Córdoba. Allí, va a la casa publica a ver si se topaba con
ellos. Llegó un gentilhombre sin la insignia de mando de los ministros de
justicia, con un criado y yendo a quitarle el sombrero, hirió malamente al
Alguacil Mayor, sin saber que era él. Le quieren apresar pero ve entonces al
capitán Molina, quien le defiende tras explicar lo sucedido con el Alguacil
Mayor.
Dos hidalgos acuden a él y le
dicen que “Aquí nos envía una mujer de bien, que su hombre se lo ahorcaron en
Granada por testigos falsos. Ha quedado viuda y está desempeñada y no mal
fardada. Hale parecido vuancé bien y le ruega vaya a cenar esta noche con ella.”
Pero él no va la cena, mas cuando la ve
después la esconde en su casa y se enamora de ella.
Él se va de Granada y “Yo
llevaba mi moza con más autoridad que si fuera hija de un señor”
Estando en Extremadura, un
soldado llamado Vilches, le dice que en una casa donde había descubierto
bajando por unas escaleras buscando comida tres sepulcros donde sospecha están
enterrados moros con joyas. Van allí, donde descubren hay muchas armas, pero no
se lo dice a nadie.
El capitán le dice que tome
ocho soldados y vaya al camino de Alange a coger a cuatro soldados que han
huido. Pero cuando este se ha ido entra a la habitación de la dama (Isabel de
Rojas) para echarse con ella, mas esta empieza a gritar y a resistirse, por lo
que la dio palos. ;mas entro la guardia y le pararon. Alonso descubre el engaño
al no ver pasar ningún soldado a la fuga y al enterarse de lo ocurrido mata al
capitán. “Tomé mi aca y fuime camino de Cáceres, donde tenía unos amigos
caballeros del Hábito de San Juan y conteles el caso. Avisaron luego al
Comisario, que vino volando. Y supe había hecho información contra mí, y en
virtud de ella me condenó a cortar la cabeza por el haber ido a matar a mi
capitán a su casa, que es el mayor delito que hay en la milicia el perder el
respeto a los superiores”
“Escribí al señor don Diego
Brochero, y mandóme que me presentase en la Corte, que él lo acabaría”
En Palermo “Gobernaba el señor
duque de Feria el año de 1604 aquel reino. Senté mi ventaja en la compañía del
capitán don Alonso Sánchez de Figeroa.” “Quiso el duque armar unos galeones
para enviar en corso y, sabiendo que yo era prático645, me rogó quisiese capitaneallos.
Hícelo y partí para Levante”
“Ordenose una jornada para
Berbería en las galeras de Sicilia y Malta” a luchar contra los moros, y cuando
estos iban ganando se levantó una gran borrasca (¡Miren si fue milagro conocido
y castigo que nos tenía guardado Dios por su justo juicio!) por lo que todos
saltan al agua y dejan de pelear. Alonso se desnuda porque no puede nadar con
la armadura.
Muere el Adelantado de
Castilla en la Mahometa.
Iba todos los días a Palermo
donde trabó amistad con una señora española natural de Madrid, viuda de un
uidor, la regala cosas y empiezan a hablar de matrimonio “Con lo cual pedimos
licencia al arzobispo para casarnos en una ermita y nos la dio, que esto se
hizo con secreto, de que le pesó al duque de Feria cuando lo supo, porque la
tenía por encomendada del duque de Arcos.” Mas un año después de estar casados,
le puso los cuernos con un amigo suyo.
Cuando dos de sus hombres le
intentan matar, el mata a uno y le prohíben entrar en el Escorial sin licencia
del rey bajo pena de muerte. “me resolví el irme a servir al desierto a Dios y
no más Corte ni palacio”. Se hace ermitaño. “Y hice una confisión general en un
convento de San Diego, de frailes franciscos descalzos, que está fuera de la
ciudad, en el camino de mi ermita, que el día que me vestí de ermitaño descalzo
fue el vicario y la bendijo y dijo misa.” Pide limosna para comida básica. Haciase
llamar fray Alonso de la Madre de Dios. “Yo pasé cerca de siete meses en esta
vida, sin que se me sintiese cosa mala, y estaba más contento que una Pascua”.
Llega a oídos de la Corte la historia de como encontraron las armas en los
sepulcros y sabiendo que el capitán había sido Conteras
“Con lo cual despacharon una cédula real para
que me fuesen a prender, pareciéndoles que, pues había topado aquellas armas y
de ellas no se había tenido noticia hasta entonces, y que en tiempo que los
moriscos trataban de levantarse y no quisiese yo haber ido a ejercer a Cerdeña
mi oficio, sino retirádome en hábito de ermitaño a Moncayo les dio a imaginar
que yo sería el rey de aquellos moriscos, no sabiendo lo que obligó el
retirarme.” Llegan a la ermita y le prenden, metiéndole en la cárcel sin darle
ninguna explicación de porqué. Cuando descubre el porque dice “-Si es por las
armas que topé en Hornachos, ¿para qué me prendían con tanta cautela? que,
preguntándomelo, lo diría”. Le sueltan y les cuenta toda la historia. Sigue el
juicio sobre si había sido traidor al rey. Le llevan a Hornachos para que diga
cual es la casa de las armas. “Entré en la casa y topé el silo, pero no estaba
como yo lo había confesado en mi confesión: que era blanco como una paloma y de
algunos treinta pies de largo y veinte de ancho.” Derriba las paredes y
demuestran que decía la verdad.
Traen el comisario al que
había confesado, mas él lo niega diciendo que no había estado en Hornachos,
dice entonces Alonso que para probar que
está diciendo la verdad pueden someterlo a tormento. Le devuelven a su celda y
al comisario a la Cárcel de Corte.
Le empiezan a torturar y sigue
diciendo que “Es mentira que mi capitán supo de ello como el Gran Turco. Lo que
tengo dicho es la verdad” Le siguen torturando y al no cambiar la versión saben
dice la verdad y le sueltan.
Le dice la mujer del comisario
“Señor, el comisario prueba no estuvo en Hornachos con muchos testigos. Yo, por
el pan que ha comido con nosotros vuesamerced, le aconsejaría se fuese, no
tornase a caer en prisión”, por lo que huye a Madrid. “Cuando me huí de Madrid
me echaron menos a dos días y enviaron a buscarme por diferentes partes y
ansimesmo me pregonaron en Madrid, llamándome a pregones, con lo cual, como no
respondí, ni se sabía dónde estaba” Llega a Madrid pero le dice el secretario
del conde de Salazar que si alguien le ve allí le ahorcaran, mas el insiste en
hablar con el Conde, al que enseña las pruebas que demuestran cómo el comisario
estuvo en Hornachos. Este le dice que vaya a la casa del fiscal a contárselo,
mas cuando llega este está dormido por lo que va a la casa de Isabel, donde
cena y duerme. Y a la mañana siguiente va a la casa del fiscal, donde le dicen
que ha cumplido como hombre de bien y que todo ha terminado por fin; y que le
darán una compañía a donde quiera, él elige Flandes.
Cuenta como murió el rey de
Francia, quien “entrando en la ciudad, en una calle angosta donde la guarda no
pudo ir cerca de la carroza donde iba el rey, se arrojó un hombre y con un
cuchillo jifero le tiró una puñalada y luego otra”.
“Nosotros salimos a campaña y
estuvimos en ella hasta setiembre, que nos retiramos, y pedí licencia al
Archiduque, por saber que en Malta había capítulo general, donde pretendía
tener algún fruto de mis trabajos, como lo tuve. ” Sale de Flandes vestido de peregrino, mas
en Borgoña creen que es un espía español porque llevaba una espada y le
encarcelan y quieren ahorcarle, pero se libra al enseñar la carta de favor que
le había dado el príncipe de Condé para el Gran Maestre de Malta, demostrando
que está de paso y no es un espía.
Le reciben en el priorato de
Castilla “sin tener obligación de hacer las pruebas necesarias para ello, sin
haber voto en contrario de todo el capítulo” y tras un año de noviciado le dan
el hábito. Pide licencia para volver a España. “Pedí en el Consejo una compañía
y enviáronme a servir a la Armada Real, donde estuve en las ocasiones que hubo,
hasta que volví a la Corte con licencia”.
Un día fue a la casa de una
mujer casada, a quien conocía, y quien “traíame en cuentos de celos, tanto que
me obligó a hacer una ruindad. Y es que me fui a su casa, delante su marido,
con resulución de cortalla la cara. Saqué la daga para hacello. Ella, que me
vio resuelto, tapola y bajó la cabeza, metiéndola entre las piernas. Yo me vi
mohíno y alcele las faldas, que estaba a propósito, y dila en las asentaderas
dos rebanadas como en un melón. El marido tomó la espada y salió tras mí”. Le
llevan a la cárcel, y pide que sea el príncipe Gran Prior quien le juzgase, ya
que había tomado el hábito. Finalmente le destierran durante dos años. Va a
servir a la armada donde está hasta que pide licencia para la Corte, para
pretender una compañía, la cual le niegan. “Salí de Madrid con resulución de
irme a Malta, que me parecía que allí podría medrar”
Dos hombres le pillan hablando
con dos señoras en su casa y entablan una lucha tirando a uno por las
escaleras, mas una vez están en la casa del gobernador se dan la mano y cada
cual se va a su casa.
Mas estos envían a un falso
médico a envenenarle, de lo cual consigue curarse pero casi muere.
Llega a Malta, donde halla
unas cartas, “La una para el Gran Maestre, en que le mandaba me diese licencia
para ir a levantar una compañía de infantería española que me había tocado en
una leva de ocho capitanes que se habían proveído. La otra era para mí, del
secretario Bartolomé de Anaya, que lo era de la Guerra, avisándome de la
provisión”, por lo que 15 días después
parte hacia Madrid. Un primo suyo, que no habiéndole tocado compañía, pensaba
quitársela a su primo diciendo que no llegaría a tiempo, mas Alonso consigue
llegar a tiempo, por lo que su primo engaña a un paje para envenenarle con
solimán, mas gracias a los médicos se recupera.
Va entonces un chiquillo a la
casa del alcalde, donde estaba el baúl de Contreras, diciendo que su amo
Contreras le enviaba a por un rosario, y robó su dinero, su ropa y una cruz de
malta. Le pillan y le obligan a devolver todo, y confiesa que se lo ordenó el
alférez, primo de Contreras.
Va a las indias. [Narra el
viaje y toooodos los sitios por los que pasa]
“Díjome era milagro no haber
encontrado con Guatarral883, cosario inglés que andaba por allí con cinco
navíos”
El gobernador le pide 40
soldados, pero nadie se quiere quedar, porque era quedar esclavo en vida. Por
lo que mete tantas boletas como soldados, 40 de ellas negras, quedándose así 40
personas allí.
[Sigue haciendo una retahíla
de islas y sitios por los que pasan]
“De allí a pocos días llegó a
Cádiz nueva cómo La Mámora quedaba sitiada por mar y tierra: con treinta mil
moros por tierra y que le habían dado tres asaltos; y por la mar había
ventiocho galeones de guerra ─para estorbar el socorro─ de turcos y holandeses.”
Manda el Duque Sidonia se proveyese socorro, por lo que el capotan Alonso le
pide que le dé ese viaje a él. Y habiéndoselo dado a él, el resto de los
capitanes se quejaron de que no se lo había dado a ellos.
Narra cómo socorrió la fuerza
de la Mamona. Entra en batalla. “Salí aquella noche de la barra de La Mámora y
amanecí en Cádiz”. Va a ver al Duque, quien le da una carta para llevársela al
Rey en Madrid. Llegado allí le pregunta el rey lo ocurrido en la Mámora.
Dice que no busca dinero sino
reputación.
Le conceden la plaza de
almirante de una flota, pero pasan los meses y no le dan la plaza. “Vuesa
Majestad me hizo merced de un decreto para que me diesen la plaza de almirante
de una flota, que por mis servicios he estado consultado en ella otras veces y,
agora, mandándomela dar Vuesa Majestad, aún no me ha consultado el presidente”.
No se lo dan por la intromisión de un ministro, quien a punto de morir
confiesa, pero aun así se queda sin su almirantazgo ya que “el señor don
Baltasar, que era mi jefe, decía que no era razón que se me hiciese merced por
haber muerto un ministro”. Seis meses después, va a buscarle un alabardero de
parte del Conde de Olivares, quien le dice que el rey ha “resuelto el hacer una
armada para guardar el Estrecho de Gibatar y yo soy el general de ella” y como
tal se han nombrado dieciséis capitanes, entre los que está Contreras.
Levanta otra compañía de
infantería en Madrid, en Antón Martín.
Estando ya fuera, se lanza un
rumor en Madrid de que ha muerto, por boca del marqués de Balcarrota “Saqué, de
esta muerte falsa, que me dijeron algunas buenas personas más de quinientas
misas”.
“Embarcámonos y fuimos al
Estrecho, que era nuestro sitio.” “Salíamos de Gilbaltar algunos navíos que
señalaban a encontrar algunos de turcos que pasaban por el Estrecho costeando
la África”
Lucha contra la armada de
Holanda en Málaga. “Volvimos a invernar a Gibaltar y caí malo. Diome veinte
días de licencia para ir a convalecer a Sevilla, y, porque espiró, me prevoyó
la compañía don Juan Fajardo.” “Fuime a la Corte, quejeme y hízome merced Su
Majestad del gobierno de quinientos infantes que habían de ir a servir en
cuatro compañías a las galeras de Génova.”
Va a Malta a por dinero. “me
hizo merced el duque de Alburquerque, virrey de aquel reino, del gobierno de la
Pantalanea”, que “tiene una tierra y un
castillo con ciento y veinte soldados españoles”. “Estuve en este gobierno dieciséis
meses, teniendo algunos encuentrillos con algunos morillos de los que allí
vienen para hacer carne y agua”. Reedifica y decora la iglesia y dio una renta
perpetua para dar algunas misas específicas.
“Con que pedí licencia al
señor duque de Alburquerque para ir a Roma. Concediómela, de mala gana, por
cuatro meses”
Habla con el Papa urbano VIII,
quien en consideración de los servicios, le recibiesen en grado de fraile
caballero “gozando de mi ancianidad y poder caber en todas las encomiendas y
dinidades que los caballeros de justicia gozan”, además de un altar perpetuo en
su iglesia de Pantaleanea.
Va a malta y vuelve a Roma, a
casa de su señor el Conde, quien le manda escolte hasta allí a los señores
cardenales Sandoval y Espínola y Albornoz, que venían de España.
“Fueron alojados en casa del
conde mi señor, cada uno en su cuarto, con la ostentación y regalo que se puede
creer, con sus camareros y otros criados. Estuvieron allí hasta que tomaron
casas, que dibió de ser un mes, y allí fueron visitados de todo el colegio de
los cardenales, y regalados del conde mi señor. Y yo me volví a mi posada,
donde estoy y estaré hasta que Su Excelencia me mande otra cosa, que no deseo
sino serville”
Vuelve a España, donde ve
comedias de Lope de vega.
Va a Nápoles, donde es virrey
su señor, quien le manda tome una compañía de infantería española. Y de allí a
dos meses me envió de presidio a la ciudad de Nola, donde “amaneció un gran
penacho de humo sobre la montaña de Soma, que otros llaman el Vesubio, y
entrando el día comenzó a escurecerse el sol, y a tronar, y llover ceniza”,
empieza también a escupir piedras y fuego, a temblar la tierra, a caerse
edificios,… mas él decide no huir. Hace desviar un rio haciendo una cortadura
en el rio para frenar el fuego y al día siguiente llovió agua del cielo.
Finalmente se va porque se lo ordena el Conde.
“me envió el virrey a la
ciudad de El Águila, en la cual habían perdido el respeto al obispo de aquella
ciudad y aún querídole matar, y mandome que fuese a castigar a los culpados”,
cuando les prende, llega entonces el virrey de la provincia y le pregunta que
con que autoridad les ha prendido, a lo que este responde que con la de capitán
a guerra, mas este no reconoce su autoridad e intenta prenderlo. “y salí a
aguardalle a un puesto donde le escribí una carta diciéndole que, pues miraba
tan mal por el servicio del rey, que prosiguiese su camino y que trujese buen
caballo, porque, si le cogía, le juraba a Cristo que le había de azotar como a
los otros.” Por lo que cada uno siguió su camino.
“Partí de El Águila para
Nápoles a tomar posesión de la compañía de caballos.”
Intenta que ordenen a su
hermano capitán, pero estos se niegan y él decide no partir tampoco, por lo que
se interna en un convento durante dos meses. Finalmente le dejan navegar con su
hermano.
Llegan a Palermo. “Mi hermano
dio un memorial suplicando a Su Excelencia, en consideración de sus servicios,
le hiciese merced de que se le diese una patente de capitán para ir a levantar
una compañía”, Alonso le da dinero, su bendición y se despide de él.
Best 8 casinos near you in New York City - MapyRO
ResponderEliminarFind the 시흥 출장안마 best 8 casinos in 동해 출장안마 New York City in 포항 출장마사지 New York 서산 출장샵 City, New York 전라남도 출장마사지 USA, with Mapyro. Find reviews and ratings for casinos in New York,